Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Inglés:Exposure time, Shutter speed • Francés:Temps de pose • Italiano:Tempo di esposizione • Alemán:Verschlusszeit • Portugués:Velocidade do obturador • Catalán:Temps d'exposició, Velocitat d'obturació
El tiempo que se debe exponer a la luz un material fotosensible para conseguir una imagen con la exposición correcta, ni demasiado clara ni demasiado oscura. Cuanta mayor sea la sensibilidad de un material o mayor sea la intensidad de la luz, menos tiempo de exposición se necesita. Se mide tradicionalmente en milésimas de segundo: 1/1.000s.
Los tiempos de exposición breves permiten fotografiar con nitidez sujetos que se mueven rápidamente. Por el contrario, tiempos de exposición largos permiten fotografiar en situaciones de baja iluminación no permiten fotografiar con nitidez objetos en movimiento salvo que se quieran mostrar imágenes borrosas.
En fotografía también se denomina "velocidad de exposición" o "velocidad de obturación".
También en tipografía, ajustar el espacio entre pares de caracteres concretos para que su legibilidad y equilibrio visual sea óptimo (kerning). Pares de kerning habituales son, por ejemplo, "AV", "va" y "kv", por ejemplo. Un buen kerning es esencial en una fuente tipográfica bien diseñada.
En ambos casos, el interletraje óptimo depende bastante de la situación en la que se aplique (cuerpo, color, tipo de fuente…) y del criterio tipográfico del diseñador: Los hay que prefieren los textos más apretados, los que prefieren que "respiren" un poco más…
Hasta donde yo sé, en español no hay términos exactos para describir ambos tipos de interletraje. En inglés, francés e italiano, sí. En otros alfabetos donde las letras va ligadas, como el árabe, el interletraje se hace con caracteres especiales como la kashida.
Material plano, usualmente impreso, en uno de cuyos lados se ha aplicado una fina capa de pegamento para que se pueda pegar a alguna superficie.
La capa de pegamento está protegida por alguna película de barniz o laminado que la protege a la espera de su aplicación. La película se despega fácilmente justo antes de pegar el impreso a la superficie final. El pegado se realiza por simple contacto y presión (que no suele ser mucha).
Los autoadhesivos, de los que existen dos clases, se usan especialmente para etiquetas o materiales publicitarios:
Para superficies: El pegamento va en el lado opuesto al impreso. La pegatina se adhiere encima de la superficie.
Para ventanas o cristales: El pegamento va en el mismo lado que el diseño. La pegatina se adhiere por detrás de un cristal o ventana, que lo protege y deja ver el diseño.
En ambos casos, existen las siguientes partes: Un papel o base con el diseño impreso mediante alguna tinta, una capa de pegamento, una capa de soporte (en inglés liner) y un laminado o barniz protector.
La idea es que las capas del laminado y el diseño (el papel con las tintas) forman la pegatina mientras que el soporte es una simple capa temporal que protege a la pegatina hasta que se va a pegar, entonces se retira y deja al descubierto la capa con el pegamento, que se pone en contacto con la superficie sobre la que va.
La pegatina puede ir troquelada a medio corte o a troquel completo para separarla del soporte.
Los materiales como los sellos tradicionales o las calcomanías, que necesitan humedad para pegarse, no se consideran autoadhesivos.