Barniz
Cualquier fluido que, extendido en capas delgadas sobre un cuerpo (madera, vidrio, metal, papel), se solidifica para formar una capa superficial razonablemente transparente y resistente a los líquidos y el roce.
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
Cualquier fluido que, extendido en capas delgadas sobre un cuerpo (madera, vidrio, metal, papel), se solidifica para formar una capa superficial razonablemente transparente y resistente a los líquidos y el roce.
Cualquier hecho que, comparado con su entorno espacial o temporal, pueda recibir un significado por parte de un ser inteligente.
Sin la presencia de alguna forma de inteligencia la información es el mundo físico sin más, aunque para un ser vivo pueda ser un estímulo. Es decir: Que el sol aparezca por el horizonte es un mero hecho físico que para una planta es un estímulo pero que para un ser humano es información.
Todo hecho o suceso es susceptible de ser información. En ese sentido, cualquier hecho físico y el universo mismo pueden entenderse como información en potencia, a la espera de que una inteligencia la reciba. Además existe información no factual en forma de conceptos e ideas creados por la inteligencia (justicia, bondad, arte, etc. por ejemplo).
La unidad básica de información es un dato, que suelen presentarse en masa de forma simultánea. Una manera de describir la inteligencia sería decir que es la capacidad de recibir esta marea de estímulos y construir un modelo no físico de la realidad ( y por tanto muy reducido) y operar con él de forma analítica y creativa.
Los datos no son necesariamente concretos y discretos (separados). Muchas veces forman redes difusas. Eso vuelve a demostrar que la información es un producto de la inteligencia y no al revés. Incluso podemos afirmar que, a mayor capacidad de estructurar e interrelacionar la información, mayor es una inteligencia (cuya forma superior, que sepamos al menos, es la autoconciencia).
Si los datos recibidos no aportan nada nuevo y no ayudan en el análisis de la situación, se suelen considerar poco informativos; es decir: que parecen información pero no lo son o lo son de muy baja calidad.
Por extensión, se considera que lo no conocido hasta un momento es "más información" que algo que ya se conocía. Eso hace que en el lenguaje normal se considere "información" sólo aquello que no se sabía hasta ese momento.
La información se puede almacenar y su recopilación tiene un carácter supra aditivo. Es decir: Que la acumulación de un conjunto de datos proporciona más información que la simple suma de los datos individuales, ya que su relación suele ser significativa. Esto es particularmente cierto si tratamos grandes conjuntos de datos.
La distancia entre el centro óptico de una lente y su punto o plano focal; es decir, donde la imagen se reproduce con nitidez, "se ve enfocada".
En el caso de una única lente, es un valor fijo. En un objetivo (donde hay más de una lente), es un valor variable Que se puede regular.
En una prensa de imprenta (rotativa o de hoja plana), el bloque de piezas —cilindros, planchas, etc.— destinado a imprimir y secar sólo una tinta o barniz concretos. Las rotativas suelen tener al menos cuatro cuerpos, uno por cada color de cuatricromía —cian, magenta, amarillo y negro—, pero las hay que además tienen más cuerpos más para añadir tintas especiales —colores directos— o barnices de acabado —barnices UV, por ejemplo—.
Por definición, un cuerpo de impresión debe contener una forma impresora capaz de aplicar un fluido de forma parcial sobre el sustrato, sea barniz, tinta o similar. Por eso, las partes subsiguientes que pudiera haber (plegadoras, por ejemplo) no se consideran cuerpos.
En colorimetría, cualquiera de tres colores espectrales que, combinados entre si en distintas proporciones, se usa para crear una sensación de color.
Al contrario de lo que se creía hasta entonces, los experimentos de Wright y Guild a finales de los años veinte del siglo XX, demostraron que no existen tres primarios reales que combinados puedan dar lugar a todos los colores perceptibles por ser humano medio.
Por eso, al desarrollar el primer modelo matemático que describe las sensaciones de color humana (un espacio de color llamado espacio de color CIE XYZ, de 1931), se usaron lo que se conocen como "primarios imaginarios", que son abstracciones matemáticas derivadas de datos reales y que sí permiten definir todas las sensaciones de color posibles.
Para desarrollarlos se usaron como base tres colores primarios espectrales con las longitudes de onda de 435,8 nm. (azul), 546,1 nm. (verde) y 700 nm. (rojo), que son tres primarios reales que, al combinarse, permiten una amplia creación de tonos perceptibles.
En sentido más general y menos específico, un primario es uno de los tres colores básicos que, combinados en distintas cantidades, se usan para formar otros tonos.
Conforme se siga un modelo de formación del color aditivo o sustractivo, se suelen usar tres primarios aditivos (rojo, verde y azul) o tres primarios sustractivos (Cian, Magenta y Amarillo).
Este conjunto de colores primarios opuestos se pueden distribuir a lo largo del espectro luminoso y, si éste se dibuja como si fuera un círculo cuyo comienzo y final se encuentra, se dibuja una rueda de colores en la que cada triada de primarios forma un triángulo, como se ve en la imagen superior.
Los colores que se forman de combinar dos primarios son colores secundarios. Por eso en la teoría de los colores, los colores primarios aditivos son los colores sustractivos secundarios y los colores primarios sustractivos son los secundarios aditivos (o sea: Que cada primario sustractivo tiene un oponente aditivo y viceversa).
En la tradición pictórica, los colores primarios son azul, rojo y amarillo. Esto se debe a que son los tres colores que con los pigmentos y colorantes más tradicionales —anteriores al descubrimiento de colorantes como el magenta— permiten una amplia formación de tonos nuevos, aunque haya que combinarlos con blanco y negro.