Unidad de medida de la temperatura cuyo inicio se sitúa en el cero físico absoluto (equivalente a 273 grados centígrados negativos), por lo que no tiene nunca caracter negativo, ya que es imposible.
Se usa en colorimetría y fotografía al hablar de la temperatura de color de una fuente de luz o de un iluminante.
Es "kelvin", no "grado kelvin".