
Papel grueso y basto, muy resistente al desgarramiento y los tirones que se suele usar para embalajes, paquetería y envolver distintos materiales —alimentación incluida—. Se produce en muchos formatos, pero los más habituales y tradicionales son rollos de gran tamaño, usualmente de casi un metro de ancho y en gramajes que varían de los 40 a los 180 gm2. También se comercializa en forma de bolsas de papel y sobres acolchados o reforzados para pequeños envíos.
Se suele fabricar con pasta química de celulosa extraida de coníferas y no lleva blanqueantes, por lo que su color habitual es marrón claro, aunque esto no es imprescindible.