En tipografía, aquellas fuentes en las que los caracteres que las componen tienen cada uno un ancho distinto, según sea necesario.
Aunque en tipografía clásica las fuentes "de calidad" siempre han sido de ancho proporcional, no ocurría lo mismo con las máquinas de escribir y las primeras impresoras de ordenador, donde lo usual eran las fuentes "de paso fijo", donde todos los caracteres tenían el mismo ancho. Por eso, la aparición de fuentes proporcionales en los ordenadores personales fue un gran avance en la calidad tipográfica.
En la actualidad la mayoría de las fuentes digitales son proporcionales y sólo son "de paso fijo" aquellas que han sido intencionadamente diseñadas así; por ejemplo: Courier o Lucida Console.
También se dice "de anchura variable".