Tinta de acabado especial que contiene diminutos fragmentos de metal y cuyo brillo y tonos varían de forma muy evidente para cualquier observador al cambiar el el ángulo de observación o la iluminación del impreso. Como tiene un aspecto irisado también se llama "tinta irisada".

Estas tintas suelen ser muy caras y complejas de fabricar. Se suele aplicar en zonas muy pequeñas con serigrafía, por lo que suelen tener una cierta textura y relieve.

Su aspecto es casi imposible de copiar con un escáner o cámara digital. Por eso se emplean como medida de seguridad anti fraude en billetes, cheques y similares.