Algo definido con valores numéricos usando algún modelo o sistema matemático (como por ejemplo, la numeración binaria).
Pese a la creencia popular, la codificación digital de la información no es necesariamente mejor o peor que la analógica. la calidad de ambas depende de la precisión del método seguido para la captura, codificación y mantenimiento de los datos.
Los métodos digitales suelen permitir descomponer los datos en piezas reducidas y aisladas muy fáciles de transmitir, guardar y reconstruir. Pero si los diseñadores de un procedimiento o formato de almacenamiento no fueron muy cuidadosos, la pérdida de una parte de los datos puede causar la perdida del conjunto total por lo que se denomina "corrupción" de datos.
Bien aplicada, la codificación digital de la información (no necesariamente binaria) tiene la ventaja frente a la analógica de que es más difícil que se degrade en comparación con los métodos analógicos. Esto se debe a que permite incluir sistemas y métodos de redundancia, verificación y autocomprobación (checksum por ejemplo).
Por el contrario, uno de los principales problemas que tiene la codificación digital es la cuantización que aparece cuando la complejidad del método elegido no hace justicia a la complejidad de los datos que se almacenan. Los métodos digitales, como los analógicos, no conservan aquellos datos cuya inclusión no se haya contemplado.
Además, una de las ventajas de los sistemas digitales de almacenamiento de la información es que permite muchos métodos de su encriptación o cifrado.