En tipografía y composición tipográfica a la antigua (con tipos de metal fundido), bandeja en la que colocaban los tipos de plomo según se iban componiendo las líneas de texto en columnas ordenadas.
Una vez que se pasó a la fotocomposición, por extensión, en publicaciones con páginas complejas como los periódicos o las revistas, las galeradas eran las columnas de texto impreso en bruto sin formar páginas, que se solían cortar y pegar en páginas de montaje.
Las pruebas de galerada se usan para corregir las erratas y hacer enmiendas de contenido no demasiado profundas (es decir, cambiar párrafos pero no rescribir un libro).