Metal que se usa para las planchas en algunas técnicas de grabado artístico en bajorrelieve. Comparado con el cobre, más usual y preferido para este uso, es más barato pero mucho menos fino en los detalles por ser más blando y dejar un acabado más basto.
En forma de óxido de zinc se usa en arte como pigmento principal en un tipo de pinturas blancas que, hasta la aparición del blanco de titanio, eran las que mejor resultado daban en cuanto a blancura, capacidad cubriente y estabilidad. Se sigue usando precisamente por tener menor capacidad cubriente para efectos donde la transparencia de la pintura es importante (las veladuras, por ejemplo).