Junto con los conos, uno de los dos tipos de células fotosensibles que tiene el ojo humano. Los bastones son los fotoreceptores más abundantes pero se concentran sobre todo en las zonas externas de la retina. Por eso y por su alta sensibilidad —muy superior a la de los conos—, los bastones proporcionan la base de la visión periférica y nocturna (escotópica). No participan en la percepción del color, ya que, al contrario que los conos, son todos de un mismo tipo.
Su sensibilidad óptima es para las luces con una longitud de onda de unos 510 nanómetros, en la línea de lo que percibimos con los conos como azul verdoso. Su sensibilidad respecto al extremo superior del espectro luminoso (tonos rojos) es muy reducida, casi nula.