Anglicismo por el que se conoce al defecto de impresión que ocurre en las impresoras de inyección de tinta por el que las zonas más oscuras de los impresos parecen variar de tono, teniendo un aspecto levemente irisado si se varía el ángulo de visión (cuando deberían ser zonas uniformes o, en todo caso, no irisadas).
En los casos más extremos, las zonas oscuras acaban tomando un aspecto levemente metalizado que recuerda al bronce o al cobre verdoso, de ahí el nombre inglés (bronzing) por el que se conoce este fenómeno.
Este defecto se daba sobre todo en los primeros tiempos de las impresoras de inyección de tinta y se debía sobre todo a defectos en la composición de las tintas, aunque podía ser más evidente en algunos tipos de papel.