
El registro es la superposición exacta de los distintas planchas en un proceso de impresión. Cada plancha corresponde a una tinta de un color, por lo que la "falta de registro" es perceptible como un fallo en la superposición de los colores. Para que las planchas o fotolitos no estén "fuera de registro" se añaden unas marcas especiales llamadas "cruces de registro" que facilitan su colocación y comprobación exacta.
En cada proceso de impresión hay un pequeño margen de tolerancia en el registro que se soluciona mediante el reventado (trapping). Cada proceso tiene su margen de error, aunque el registro exacto es lo ideal.

En los archivos digitales para imprenta, se usa un color especial llamado "Registro" ("All
"), que le dice al sistema que todos los elementos con ese color deben imprimir en todas las planchas existentes (por cierto, existente incluye cualquier tinta definida en el archivo, aunque no esté en uso; es decir: Que si se han dejado 31 tintas directas definidas, al usar el color registro se generarán 31 planchas, por ejemplo). En ese sentido, más que un color es casi una orden.