
Efecto óptico de aparente movimiento o pulsación de las formas de color en dos dimensiones que se produce cuando algunos colores se sitúan en contacto.
Este fenómeno se debe a la física de los receptores del ojo humano, en los que algunos colores causan la percepción de una imagen residual o fantasma. Cuando hay vibración cromática, las imágenes fantasma de los tonos de las zonas vibrantes, interfieren entre si y esa indeterminación de la percepción produce una aparente vibración e incluso movimiento.

La intensidad de la percepción de vibración es mayor cuando los colores que intervienen son ambos muy saturados y brillantes, y complementarios (total o parcialmente). Por eso se puede reducir si se reduce la saturación y brillo de al menos uno de ellos.