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Junto con X y Z, uno de los tres colores primarios imaginarios o valores triestímulos definidos por CIE en 1931 para su espacio de color XYZ.
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
Junto con X y Z, uno de los tres colores primarios imaginarios o valores triestímulos definidos por CIE en 1931 para su espacio de color XYZ.
Pequeña pieza de material plano de forma oblonga en la que una persona coloca sus datos principales como nombre, dirección y ocupación. Su finalidad es entregársela a otras personas para que éstas proporcionarles esos datos rápidamente. Aunque los límites en materiales y formato los marca la imaginación, es costumbre que una tarjeta de visita se haga en algún tipo de cartulina y en un formato similar al A8.
Además, una tarjeta de visita proporciona una cierta imagen de quien la entrega. Así, un profesional da mejor imagen si entrega una tarjeta bien diseñada y personalizada que si entrega un material mediocre y de batalla.
Se pueden hacer con muchos materiales: pequeños discos CD, mini memorias USB que contienen un pequeño portfolio del trabajo de su dueño. También se pueden añadir códigos QR que conduzcan a a ese portfolio o a un sitio web, etc.
En artes gráficas, una forma ya un poco anticuada de referise a un fondo de color continuo y liso hecho artificialmente, es decir: Un fondo que no es una fotografía o imagen real (aunque proceda de un dibujo), sino que se ha hecho rellenando con un color.
Dibujo rápido y esquemático que se hace para representar las líneas generales de una obra, una idea o un plan.
Al hacer un boceto se intenta plasmar la esencia de lo que se dibuja para ver si se puede capturar su imagen o ver si lo que se va a hacer es viable y cómo. De ese modo, un boceto puede ser un apunte que un pintor hace de forma rápida de algo para "capturar" lo que considera esencial y, si viene al caso, desarrollarlo posteriormente en un dibujo o pintura más elaborado.
Un boceto puede ser también uno de muchos dibujos parciales que un autor hace para luego crear una obra más compleja (por ejemplo, los bocetos de Picasso para el Guernica).
Un boceto es así mismo las cuatro rayas mal pintadas con las que un diseñador o arquitecto intenta poner en claro cómo hará una obra, ya sea por completo o en una de sus partes. Ese mismo boceto puede servir para dar instrucciones a otra persona sobre cómo desarrollar un trabajo.
Sinónimos son "esbozo" y "apunte".
En español bajo este término se entienden dos conceptos históricamente muy distintos:
Concepto según el cual un usuario puede realizar por si mismo en su ordenador personal todas las tareas del proceso creativo impreso, desde la escritura del original a su encuadernación, pasando por la composición, maquetación, impresión y encuadernación. Aunque obviamente se refiere a documentos de distribución reducida, la autoedición fue un gran salto cualitativo ya que permitió prescindir de una serie de empresas y profesionales que hasta entonces eran imprescindibles si se quería obtener un resultado similar.
El concepto de autoedición nació hacia 1985 con la aparición del programa PageMaker de la empresa Aldus acompañado del lenguaje de descripción de página PostScript, de Adobe, y de los ordenadores personales Macintosh de la empresa Apple que, con sus impresoras láser Apple Laserwriter, formaban un conjunto de maquinaria y programación capaces de llevar a cabo la tarea.
La progresiva propagación de equipos y programas más avanzados y potentes cambiaron poco a poco el modelo productivo de artes gráficas en pocos años. Los ordenadores y programas de autoedición sustituyeron en las empresas de artes gráficas a soluciones profesionales anteriores menos flexibles y, sobre todo, con menor relación inversión/productividad. Esa sustitución no bastó para salvar el sector de preimpresión dedicado a esas tareas, que en buena parte desapareció al volverse innecesario o quedar relegado a trabajos de calidad de alto valor añadido, que no bastaron para sostenerlas económicamente.
El éxito de la autoedición dentro de los ámbitos profesionales del diseño y las artes gráficas terminó con el uso del término autoedición del mismo modo que nadie habla de automóviles con motor de combustión interna: Todos son de combustión interna y todos los programas son de autoedición.
La idea de autopublicación, de que un autor puede prescindir de una empresa editorial y realizar el proceso de publicación de su obra escrita por si mismo —incluyendo el proceso de autoedición descrito más arriba—.
Este concepto es muy antiguo: Los autores que no encontraban una editorial seria que frontase el riesgo de editarlos, por el motivo que fuese, realizaban la tarea por si mismos: Contactaban con una imprenta, supervisaban la composición y corrección de los textos y pagaban directamente el coste de todas las tareas.
La moderna autopublicación va un paso más allá gracias a los avances tecnológicos y a los cambios sociales aparejados. Los antiguos canales de publicación se sustituyen por redes sociales electrónicas y tiendas virtuales. Las obras se pueden imprimir a demanda o distribuirse sólo en forma de libros digitales. La cadena de distribución se reduce y los materiales involucrados son menos y más baratos. Los costes e ingresos de venta por unidad se reducen. Esta reducción vuelve a representar la necesaria desaparición de profesiones y empresas involucradas hasta entonces.