Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
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En España, cualquier cosa o persona en la que la carencia de buen gusto es evidente (normalmente muy evidente).
Un hortera con una camisa de 3,2 kilos de oro.
El horterismo (cualidad de ser o parecer hortera) es un hecho estético sin valoración moral, en diseño suele reunir alguna de estas características:
Es recargado: la desmesura es la norma. Un hortera no suele ser discreto, gusta de llamar la atención.
Es fallido: Busca el buen gusto. Hay una conciencia estética, fallida pero existente.
Es desproporporcionado: Combinaciones de color estridentes e inapropiadas para la mayoría del entorno, adornos excesivamente grandes, muy llamativos, exceso de ornamentación.
Pinturas prehistóricas de tonos ocres en el desierto del Sáhara.
Variantes del color marrón de tono mas bien claras y amarillentas o anaranjadas. Tradicionalmente los pigmentos de tonos ocres se fabricaban moliendo minerales con óxidos no férricos. El color siena tostado es una variante de ocre.
En composición tipográfica, la columna que tiene un ancho distinto al previsto como normal en una maqueta; por ejemplo: En una composición a tres columnas de 12 picas de ancho, una columna a 14 picas es una "columna falsa" (se le ha aplicado una "medida falsa"). Una columna al ancho de dos columnas en una página dividida en tres columnas también sería una columna falsa.
El uso de una medida falsa es un recurso muy habitual en diseño gráfico (por ejemplo, para despieces), pero conviene no abusar de él para que la sensación de columnado ordenado no se pierda.
Tinta plastisol con un agente espumante termoreactivo que, al calentarse, amplía su volumen, creando así una capa con un cierto relieve. Se usa en serigrafía, especialmente en impresión de textiles.
Este espacio, utilizado aún hoy día en, sentó las bases de la colorimetría moderna al ser el primer espacio de color en el que se podían correlacionar de forma objetiva sensaciones de color con fenómenos del mundo físico como las longitudes de onda de la luz.
Este espacio de color es un modelo matemático en el que cada valor se describe mediante una matriz de tres estímulos primarios, de ahí que sea posible describirlo mediante la metáfora de un volumen tridimensional de coordenadas cartesianas.
Pese a que los tres ejes parecen describir un cubo, los límites de ese volumen (que representa la vista del ser humano medio) son muy irregulares, ya que nuestra capacidad visual no es igual en los tres vectores (imaginarios o no).
Con el espacio de color CIE XYZ 1931 se describen todas las percepciones que el humano promedio es capaz de percibir. Este humano ideal se denomina "Observador CIE de 2º", ya que en los experimentos sólo se midió la respuesta del color cuando los las luces llegaban a la fóvea (lo que desde el cristalino del ojo es un ángulo de dos grados).
Los tres colores primarios de este espacio de color no describen sensaciones de color reales, sino que son el resultado de transformaciones matemáticas aplicadas sobre las funciones de igualación del color originales para lograr que no hubiera valores negativos y que el segundo primario se igualase con la función de eficiencia luminosa, derivada de los experimentos que dieron lugar a este espacio.
Estas transformaciones buscaban simplificar los cálculos colorimétricos, lo que en una época en la que no existían los ordenadores era algo muy importante.
La consecuencia es que estos primarios CIE no describen colores reales sino valores imaginarios, simples modelos matemáticos creados para hacer cálculos colorimétricos.
Las limitaciones tecnológicas forzaron que la presentación de los valores colorimétricos se hiciera habitualmente con diagramas de cromaticidad bidimensionales.
Pese a la aparición de espacios de color mucho más intuitivos como CIELAB 1976, el espacio de color CIE XYZ 1931 sigue en uso.