Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
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Las partes de una publicación a doble página abierta.
En una publicación de dos o más hojas, la zona donde se pliega el papel. A veces, por extensión, el margen interior entre el texto o imágenes y el medianil en si.
Es un elemento que hay que tener en cuenta al componer una doble página ya que es una barrera visual que no se debe ignorar. Colocar elementos sin tenerlo en cuenta es un error básico en diseño gráfico.
Inglés:Perfect binding, Soft cover binding • Francés:Reliure en dos collé, Reliure en dos carré collé • Italiano:Legatura in brossura fresata [fresada], Rilegatura in brossura a filo refe [cosida] • Catalán:Enquadernació en rústica, Enquadernació a la rústica
Un libro de la editorial Saturnino Calleja encuadernado en rústica.
Encuadernación de libros en la que las tapas son blandas, de papel, plástico o cartulina, por contraposición a la encuadernación tradicional con tapas duras —llamada encuadernación en cartoné—. Las tapas y las páginas del libro van unidas en el lomo mediante pegamento, a diferencia de la encuadernación a caballete, en la que las cubiertas también son blandas pero el cuadernillo va grapado.
Dos ejemplos de encuadernación en rústica, cosida (a la izquierda) y fresada (a la derecha).
Este tipo de encuadernación, que puede y suele tener más de un cuadernillo, nació como forma de abaratar el coste de los libros. En sus formas originales, los libros en rústica ni siquiera iban propiamente guillotinados y los bordes del papel tenían barbas e incluso carecían del corte en algunas de sus páginas. Con el tiempo, la encuadernación en rústica se generalizó y casi todos los libros de bolsillo se vendían en dos ediciones: De tapa blanda (rústica) y de tapa dura (cartoné).
La encuadernación en rústica se puede dividir actualmente en tres tipos principales:
Encuadernación en rústica fresada: Las hojas van sueltas, sin formar cuadernillos, y se unen entre si y a las tapas con pegamento al lomo. El taco de páginas se fresa en el lado del lomo antes de pegarlas para que agarre mejor el pegamento. Este tipo de encuadernación se llama a veces "encuadernación a la americana".
Encuadernación en rústica cosida: Las hojas van formando, en pliegos, que se cosen en cuadernillos. Todos ellos se unen entre si y se pegan a las tapas en el lomo.
Encuadernación en rústica con cola de poliuretano reactivo (PUR): Además de los pegamentos tradicionales, a finales de los años ochenta del siglo XX aparecieron unas colas de poliuretano reactivo (PUR). Estos adhesivos son muy resistentes y sólo hace falta aplicar un tercio del pegamento en comparación con los tradicionales.
Aunque el uso de pegamento PUR no está técnicamente reñido con la encuadernación en rústica cosida, al ser más caro, sólo tiene sentido usarlo en la rústica fresada, que con el uso de PUR se vuelve tan resistente como su alternativa cosida y es mucho más rápida y barata. Por eso, hablar de encuadernación en rústica PUR es casi siempre sinónimo de rústica fresada unida con esos pegamentos.
En la actualidad es más habitual utilizar el término "(de) tapa blanda" para este tipo de encuadernación. También se denomina "de bolsillo", aunque en buena ley, esta denominación sólo abarca un tipo reducido de encuadernación en rústica.
Al hablar de papel, cartulina o materiales similares, que tiene una superficie muy liso y suave que refleja la luz pero no de forma especular (que sería "brillante") sino más bien difusa (satinada). Al tacto tiene un acabado sedoso y suave, no áspero ni gomoso.
Material que se usa como soporte en imprenta y escritura muy similar al papel pero de mayor gramaje y espesor, sin llegar a la rigidez del cartón. De forma aproximada, se suele considerar cartulina a los materiales de gramaje entre 150 gm/m2 y 450 gm/m2, aunque según las normas ISO, la diferenciación comienza a partir de los 224 g/m2.