Doblez
Punto o zona por donde se ha plegado o se debe doblar un impreso.
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Punto o zona por donde se ha plegado o se debe doblar un impreso.
La actividad industrial y de diseño gráfico que se ocupa de envolver, proteger e identificar productos para trasladarlos, exponerlos para su venta o almacenarlos sin daño. Es sinónimo de "embalaje". El anglicismo packaging es muy usual.
En un sentido más restringido y preciso, es el acto de cubrir un producto para protegerlo.
Operación de reunir en un lote autocontenido todos los archivos de un trabajo que estén vinculados entre si y sean imprescindibles para su reproducción.
La finalidad más común de hacer un empaquetado en diseño gráfico es enviar el trabajo a la imprenta o a un cliente para que pueda manipularlo sin que falte ninguna de sus partes.
En prensa escrita y publicidad, impreso que se inserta en otra publicación una vez que ambas están terminadas (la inserción o encarte se realiza como parte del proceso de postimpresión.).
Suelen tener un tamaño más reducido que la revista o periódico en el que van, ser de material de más gramaje y estar impresos con más calidad, pero a veces el encarte es un suplemento especial del mismo tamaño y papel que otra publicación.
También se puede llamar inserción o inserto.
El lugar o punto del proceso de impresión donde se encuaderna.
también llamado "taller de encuadernación" o "encuadernadora" (bindery).
Sistema de encuadernación en el que las hojas se unen formando un cuadernillo que se grapan o cosen en el lomo, formado por el pliegue central. Es el sistema típico de los libros, revistas y de algunos catálogos o folletos.
En el caso de las grapas, es razonablemente, barato y rápido de aplicar de forma automatizada en la zona de plegado y corte de una rotativa. Proporciona un acabado muy profesional y limpio. El inconveniente es que no se puede usar con impresos que tengan un gran número de hojas o un papel con mucho gramaje, ya que el espesor del taco de papel plegado viene marcado por la profundidad posible de la grapa una vez doblada.
En el caso del cosido, a partir de cierta cantidad debe manternerse la separación en cuadernillos que van a su vez pegados al lomo (en el caso de libros) ya que, por las razones indicadas arriba, no pueden tener demasiado grosor.
Un documento o revista encuadernado a caballete puede estar impreso en varios pliegos. Si va grapado (en el caso de revistas o catálogos) sólo puede formar un único cuadernillo físico. Si va cosido, suele formar varios.
En algunos países, la encuadernación a caballete con grapas se llama "cosido a galápago".
Método de encuadernación propio de tiendas de fotocopias, escuelas y oficinas en el que las hojas sueltas de papel se perforan lateralmente y se unen haciendo pasar por los agujeros los dientes de unos canutillos de plástico cilíndricos que se cierran sobre si mismos por la mera presión del plástico.
Es un sistema sin pretensiones que cualquier persona puede realizar con una máquina manual de coste muy bajo y manejo muy sencillo. A cambio, tiene los inconvenientes de que no sirve para encuadernar muchas páginas, de ser caro en cuanto se quiera unos cuantos ejemplares, y de que no se puede abrir del todo —al contrario que los documentos encuadernados en espiral —un sistema muy similar pero un poco más complejo de realizar—. Además, no resiste demasiado bien el uso continuado.
Por todo ello, es ideal para encuadernar rápidamente informes de unos pocos ejemplares que haya que consultar pocas veces y durante un breve tiempo.
Encuadernación de libros en la que las tapas son blandas, de papel, plástico o cartulina, por contraposición a la encuadernación tradicional con tapas duras —llamada encuadernación en cartoné—. Las tapas y las páginas del libro van unidas en el lomo mediante pegamento, a diferencia de la encuadernación a caballete, en la que las cubiertas también son blandas pero el cuadernillo va grapado.
Este tipo de encuadernación, que puede y suele tener más de un cuadernillo, nació como forma de abaratar el coste de los libros. En sus formas originales, los libros en rústica ni siquiera iban propiamente guillotinados y los bordes del papel tenían barbas e incluso carecían del corte en algunas de sus páginas. Con el tiempo, la encuadernación en rústica se generalizó y casi todos los libros de bolsillo se vendían en dos ediciones: De tapa blanda (rústica) y de tapa dura (cartoné).
La encuadernación en rústica se puede dividir actualmente en tres tipos principales:
Encuadernación en rústica con cola de poliuretano reactivo (PUR): Además de los pegamentos tradicionales, a finales de los años ochenta del siglo XX aparecieron unas colas de poliuretano reactivo (PUR). Estos adhesivos son muy resistentes y sólo hace falta aplicar un tercio del pegamento en comparación con los tradicionales.
Aunque el uso de pegamento PUR no está técnicamente reñido con la encuadernación en rústica cosida, al ser más caro, sólo tiene sentido usarlo en la rústica fresada, que con el uso de PUR se vuelve tan resistente como su alternativa cosida y es mucho más rápida y barata. Por eso, hablar de encuadernación en rústica PUR es casi siempre sinónimo de rústica fresada unida con esos pegamentos.
En la actualidad es más habitual utilizar el término "(de) tapa blanda" para este tipo de encuadernación. También se denomina "de bolsillo", aunque en buena ley, esta denominación sólo abarca un tipo reducido de encuadernación en rústica.
Juntar hojas de papel o materiales similares por sus márgenes o zonas intermedias para que formen un libro o cuadernillo que se pueda consultar de forma secuencial.
Máquina para poner automáticamente lomos a los libros, talonarios y cuadernos encuadernados en rústica —mediante pegado—. Las enlomadoras suelen funcionar aplicando una tira de tejido con pegamento al lomo del documento que se desea encuadernar.