Carga
En imprenta, la cantidad relativa de tinta que se emplea en un trabajo: Mucha carga o poca carga (de tinta).
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
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Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
En imprenta, la cantidad relativa de tinta que se emplea en un trabajo: Mucha carga o poca carga (de tinta).
Imprimir un archivo PostScript dirigiendo la salida a un archivo (print to file) en vez de a páginas de papel. Es una práctica ya desaparecida en preimpresión.
Formato de imágenes de mapa de bits (no vectoriales) creado por la firmas estadounidense Aldus (ya desaparecida) y Microsoft con la intención de que fuera un estándar general de imagen en las artes gráficas y el intercambio de información. Es uno de los formatos de imagen más utilizados.
TIFF son las siglas de Tagged Information File (Archivo de Información Marcada).
En preimpresión e imprenta, la preparación del material fragmentando sus componentes de color en las pocas tintas (usualmente cuatro) con las que se imprimirá el trabajo. El proceso de producir las planchas se llama separación (dado que los colores que componen el trabajo se separan físicamente).
En cuatricromía (el procedimiento más usual de impresión en color), esa fragmentación o separación de colores implica distribuir los valores de color de cada zona por las cuatro planchas. Así, si un valor RGB original es 255/0/0 (o sea: Un rojo brillante) es muy posible que se distribuya en valores CMYK 0/100/100/0 o algo similar (es decir: nada de cian, nada de negro y máximo de magenta y amarillo). la impresión con otros sistemas de color simplemente implica mayor o menor número de planchas (o separaciones).
Las primeras separaciones de color, hacia finales del siglo XIX se basaban en el uso de filtros con colores primarios aditivos rojo, verde y azul y de negativos fotográficos que luego se trasladaban con positivos o negativos (dependiendo del sistema de impresión) que usaban los primarios sustractivos cian, magenta y amarillo.
El paso siguiente fue introducir una separación extra en escala de grises para añadir una plancha en el negro. Así se abarataban los costes al impedir el uso excesivo de tinta y se corregían los errores de tono y registro.
La separación de colores digital actual se hace mediante procedimiento y algoritmos más complejos y sutiles que la mera traslación de valores o el uso de distintos tiempos de revelado para cada plancha. Los dos más usuales (al menos en cuatricromía) son: UCR y CGR, cada uno con sus ventajas e inconvenientes y sus variantes propias. El uso de estos procedimientos se hace para reducir costes y complejidad al tiempo que se obtiene la mayor calidad posible.
Las primeras versiones de Photoshop permitían elegir el tipo de separación que se quería hacer. En la actualidad, ese es un procedimiento obsoleto (aunque la opción se mantenga). Hoy día, la separación se establece e incluye en cada perfil de color al que se convierte, que lleva incorporadas las opciones óptimas de valor para cada plancha resultante.
El ahorro de tintas, intentar eliminar problemas como el repinte o la falta de secado por exceso de tinta, la mejor definición de los detalles en las zonas de sombras, una mejor reproducción de los tonos suaves en las luces… Todos ellos son puntos a tener en cuenta al hacer una separación de colores.
En sistemas de impresión como la serigrafía, no es inusual hacer la separación de colores en más de cuatro tintas y que éstas no correspondan a los clásicos CMYK de cuatricromía.
La separación de tintas o colores directos añade complejidad al proceso, especialmente en lo que se refiere a tiempos de secado, máximos de tinta (TAC) y ángulos de trama disponibles.
Persona que escribe un trabajo que luego se publicado como si lo hubiera escrito la persona que lo ha contratado, quien se atribuye la autoria completa. La diferencia entre un escritor contratado y un negro es que en el primer caso el contratante no se atribuye el mérito intelectual o artístico de la creación.
Aunque en la mayoría de los casos la contratación de un negro no llega a ser ilegal, es una operación muy mal vista, casi al mismo nivel que el plagio.