Graneador

Instrumento usado para preparar las planchas en los grabados a mediatinta.
También se llama con el galicismo "berceau".
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
Instrumento usado para preparar las planchas en los grabados a mediatinta.
También se llama con el galicismo "berceau".
Algo definido con valores numéricos usando algún modelo o sistema matemático (como por ejemplo, la numeración binaria).
Pese a la creencia popular, la codificación digital de la información no es necesariamente mejor o peor que la analógica. la calidad de ambas depende de la precisión del método seguido para la captura, codificación y mantenimiento de los datos.
Los métodos digitales suelen permitir descomponer los datos en piezas reducidas y aisladas muy fáciles de transmitir, guardar y reconstruir. Pero si los diseñadores de un procedimiento o formato de almacenamiento no fueron muy cuidadosos, la pérdida de una parte de los datos puede causar la perdida del conjunto total por lo que se denomina "corrupción" de datos.
Bien aplicada, la codificación digital de la información (no necesariamente binaria) tiene la ventaja frente a la analógica de que es más difícil que se degrade en comparación con los métodos analógicos. Esto se debe a que permite incluir sistemas y métodos de redundancia, verificación y autocomprobación (checksum por ejemplo).
Por el contrario, uno de los principales problemas que tiene la codificación digital es la cuantización que aparece cuando la complejidad del método elegido no hace justicia a la complejidad de los datos que se almacenan. Los métodos digitales, como los analógicos, no conservan aquellos datos cuya inclusión no se haya contemplado.
Además, una de las ventajas de los sistemas digitales de almacenamiento de la información es que permite muchos métodos de su encriptación o cifrado.
Defecto en la impresión comercial de documentos que consiste en un descascarillamiento total o parcial de las zonas impresas. Entre las causas más habituales está que la tinta tenga un cuerpo excesivo para la resistencia del papel, que la mantilla offset no tenga las condiciones óptimas para ese soporte o un mal secado de la tinta.
Es un problema frecuente en serigrafía o con las tintas plastisol por un curado o secado inapropiado.
También se llama "repelado" o "picado".
Una de las cinco casillas que definen la geometría interna y zonas útiles de cada página en un PDF. La casilla de material (MediaBox) define el tamaño de la hoja de papel en la que se imprime el documento.
No tiene porqué ser el tamaño final de la página acabada. De hecho, en artes gráficas suele ser mayor ya que se usa para colocar las marcas de corte y registro, las barras de color y cualquier información como el nombre del documento o la hora.
Es una casilla obligatoria para cualquier documento PDF y debe ser la casilla mayor (no puede haber elementos definidos más allá de sus límites). Sólo puede haber una por página y en PDF/X, hasta el nivel PDF/X-5 sólo podía tener un único valor en un mismo documento. A partir de PDF/X-6 puede variar en cada página.
Para evitar confusiones se llama con frecuencia por su nombre original "MediaBox", aunque en las versiones españolas de Acrobat y otros programas aparecen a veces otras denominaciones.
Un color específico que identifica a una empresa, un producto comercial, un partido político, cualquier tipo de marca. Así, un banco puede tener un color determinado que usa para identificar su correspondencia, sus oficinas, sus anuncios, etc.
Las compañías suelen especificar sus colores corporativos en libros de estilo usando distintos medios. La fórmula más precisa es el uso de valores Lab o mediante tintas comerciales estandarizadas, como las de Pantone, por ejemplo.
También se suelen definir valores alternativos con referencias muy imprecisas (CMYK sin perfil de color, por ejemplo). Esta es una práctica que no respeta en absoluto las sensaciones de color, pero que se considera válida siempre que se sigan las indicaciones del cliente.