En los trabajos de artes gráficas destinados a imprenta que llevan más de un color, unas marcas pequeñas (en forma de rayas y cruces finas) que sirven para casar las distintas pasadas de tinta (ya sea en fotolitos, pruebas, planchas o impresos finales) y comprobar que el trabajo está prefectamente registrado (es decir: Casado) en todas sus tintas.
Cualquier desajuste en la superposición de los colores se observa perfectamente en esas marcas (también llamadas "cruces de registro").
Espacio que se deja intencionadamente vacío de contenido principal en los bordes de una página. En un documento en el que las páginas van agrupadas de dos en dos —como en los libros, revistas o similares—, según su posición se llaman: Margen superior, inferior, externo e interno. Cuando son páginas sueltas o agrupadas en mayor cantidad —como es el caso de un folleto plegado en acordeón, por ejemplo—, se habla de márgen izquierdo y derecho.
Ese espacio no suele dejarse completamente vacío, ya que allí es donde se colocan pequeños elementos como los encabezados, folios, firmas de fotografía y similares.
Los márgenes no suelen ser iguales, especialmente el margen inferior, que suele ser mayor.
El margen de diferencia posible que se establece entre un objetivo determinado y el punto alcanzado. En producción de artes gráficas, el objetivo suele ser lo que se denomina 'el original' y el margen de errores o desviaciones admisibles suele estar fijado por cantidades cuantificables numéricamente conforme a un estándar explícito al que cliente y proveedor acuerdan atenerse mediante contrato.
Cualquier desviación del objetivo que esté dentro del margen de error acordado se considera aceptable.
Al hablar de un color como tinta en imprenta, que se ha aplicado al 100%; por ejemplo: "Rojo masa" es rojo al 100% (es decir: 100% amarillo más 100% magenta).
En diseño gráfico y preimpresión, cualquier elemento cuya misión es ocultar parcialmente otro, como las máscaras tapan parcialmente la cara de una persona.
Las máscaras de píxeles suelen ser imágenes de píxeles en escala de grises. En estos casos, los elementos más claros (blancos) dejan ver lo que se enmascara (que se entiende que está debajo), mientras que lo más oscuro oculta (enmascara) lo que hay debajo. Los tonos grises intermedios sólo ocultan parcialmente, dependiendo de su intensidad.
La ventaja de las máscaras de píxeles es que pueden ocultar parcialmente y que la transición de lo enmascarado a lo que se ve es suave. La desventaja es que, al ser elementos de píxeles, su nitidez depende de la resolución de la imagen enmascarante.
Las máscaras vectoriales y los trazados de recorte no dependen de la resolución pero sólo pueden enmascarar de forma brusca, como una tijera que recorta lo enmascarado.
Ambos tipos de máscaras (vectoriales y de píxeles) se pueden combinar en un mismo archivo.
Una función secundaria de las máscaras es permitir el retoque preciso de imágenes, ya que su aplicación para seleccionar sólo partes de una imagen permite aplicar efectos parciales. Por eso, conocer el manejo de máscaras es fundamental para poder hacer tratamiento de imágenes.
Un barniz que se aplica sólo en algunas zonas o reservas de la superficie impresa, para destacarlas como si fuera un color directo (por eso se llama también "barniz directo").
Es un efecto usual en libros, donde la portada puede ir en un acabadosatinado salvo en la zona de una imagen (una cara, un jarrón), donde se ha añadido un barniz de forma limitada que le da allí un acabado brillante. Bien aplicado, es un procedimiento de diseño muy efectivo. No es raro combinarlo con otros efectos y acabados.
Técnica fotográfica de postprocesado de las imágenes para simular un aumento del enfoque de las imágenes. Con la máscara de enfoque se buscan las zonas fronterizas entre luces y sombras y se aumentar su diferencia tonal. Al hacerlo, se producen una especie de halos en esos bordes.
Esta técnica se hacía en fotografía analógica colocando encima del negativo original una copia desenfocada y muy tenue del mismo y sacando a continuación una copia del montaje, de ahí su nombre en inglés de máscara de desenfoque (unsharp mask), aparentemente paradójico.
Si el proceso de pseudo enfoque es demasiado intenso, esos halos serán muy visibles y molestos. Además, se producirá una alteración general de la luminosidad y color de otras zonas no limítrofes. Si es demasiado débil, las imágenes carecerán de la definición deseada.
La principal diferencia con el enfoque óptico es que éste se realiza en el momento de la captura de datos (analógicos o digitales) y que, al aumentar, aumenta el número de datos distintos, mientras que la máscara de enfoque sólo es una simulación de enfoque, no hay diferencia en la cantidad de datos entre la imagen enfocada y la previa —de hecho, lo que hay es una manipulación de los existentes.
El funcionamiento de esta técnica se basa en el hecho de que el enfoque aparente de una imagen depende más del contraste de la luminosidad de los elementos en las zonas fronterizas que definen la imagen que de su diferencia cromática, aunque esta sea de colores oponentes como azul-amarillo o verde-rojo.
La cantidad óptima de tinta negra máxima para una combinación de papel-tinta-máquina al imprimir, expresada como un porcentaje de 0% a 100%. Aunque el máximo teórico de tinta negra es de 100%, en la mayoría de los sistemas de impresión es menor, usualmente en torno al 80-90% .
Este valor de máximo de tinta negra va normalmente incorporado en los perfiles de color ICC que describen esas combinación de papel-tinta-máquina, lo mismo que la cobertura máxima de tinta (TAC), con la que este valor se relaciona.
Antiguamente, ese valor se solía especificar manualmente con opciones como la de CMYK personalizado en Adobe Photoshop.
Si no se respeta ese límite de tinta negra, lo más probable es que las zonas de sombras de las imágenes se cieguen y se pierdan los detalles.
En los alfabetosgriego, latino y cirílico, cada una de las variantes de las letras que está pensada para iniciar frase o destacar. Su forma es distinta de la letra minúscula y tradicionalmente su uso está restringido por las normas de la gramática de cada idioma (no debe usarse sola a mitad o final de palabra, por ejemplo).
En español, los usos principales de la mayúscula son: Iniciar nombre propio, iniciar oración, formar siglas (por ejemplo: SWOP, CMYK) y destacar tipográficamente (por ejemplo: ATENCIÓN).
En español, antiguamente las mayúsculas no se acentuaban (por problemas técnicos más que nada). En la atualidad eso se considera un error gramatical.